domingo, 27 de abril de 2014

Los inventos más admirados

Primera campaña de inventos para el wët wët fxi’zenxi 

Elección de los cinco inventos más relucientes


Presentación

Según las bases de esta Campaña llega el momento de presentar el resultado de los putx thegsa con los cinco inventos más relucientes. Ellos y ella, Omar, Jorge Hernán y Aura Melisa, se reunieron durante tres días, después de recorrer uno a uno los 17 inventos preseleccionados (de 56 que se inscribieron), para admirar, revisar y decidir de manera independiente y autónoma la elección que ahora presentamos.

De noviembre de 2013 a abril de 2004 la Campaña de inventos recorrió la historia del mundo, la historia del género humano en su aventura cósmica. Así, conocimos un bosque que produce comida para todos los seres sin nada de tractor y con poco azadón; un inventor que vive entre la edad de madera y la edad de hierro y sin pisar la escuela construye máquinas que Arquímedes de Siracusa soñaba; una mayora que cultiva una farmacia con el cielo como techo y el inframundo como sustento; una familia que alumbra la casa sin contar con el invento de Alba Edison (quien tampoco fue a la escuela), ni siquiera a Nicola Tesla se le ocurrió; un malicioso que se vale de mano de obra animal... Y eso solo por nombrar algunos.

Viven en un mundo de hace 3000 años (o antes) aunque con los pies en el “siglo XXI”. Viven en la chanda (la Gran Gonorrea, como diría Vallejo) que es el capitalismo pero con su vida y su conciencia fuera de él. En el sueño llamado plan de vida nasa, no en la ilusión, sino en su práctica, en su vivencia. Van en el sueño llamado Otro mundo es posible, no en el lema sino en la vida real. Caminan la palabra. Van adelante para alumbrarnos el camino.

Habría muchas palabras para nombrar lo que significan estos “inventores e inventoras”. Su palabra (su vida, su práctica) tienen peso específico en lo económico, en lo ecológico, en lo político, en lo administrativo, en lo tecnológico, en lo comunicativo, en lo educativo-pedagógico, en la salud, en el enfoque de género, en lo autonómico, en lo cosmogónico, en lo espiritual-trascendente, en lo estético, en lo erótico (la vida es la gran orgía entre todas sus criaturas) y varios etcéteras. Escojamos, por ahora, lo estético: sus vidas y sus obras embellecen la aventura humana en el Cosmos, aventura entrelazada con la infinidad de seres que lo habitamos. Son odas, poemas, canciones, partituras, pinceladas de un arte vivo; museos vivientes en el que la contemplación se queda corta y hay que pasar a otras dimensiones para intentar abarcarlos, saborearlos.

El reconocimiento que recibirán será poco para compensar lo que están aportando. Y lo más grandioso es que nunca han trabajado para recibir recompensa. Lo hacen por ser gente muy gente y al mismo tiempo muy animal, muy silvestre, muy virgen. En todo caso siempre viene bien un poco de vino, un poco de chicha y un poco de mote para celebrar. Y luego a seguir tejiendo la vida entre todos y todas, ahora más de cerca, más juntos, en montonera y entre juegos, risas, burlas y bromas.

Equipo de la Primera campaña de inventos para el wët wët fxizenxi
Hilo de Territorio, naturaleza y producción
Tejido de Educación de la ACIN




Decisión de los Putx thegsa

Estos son los inventos que, a juicio de los Putx thegsa, son los cinco más relucientes:

Uno: invento reluciente “huerta tul nasa” de Manuel Méndez. Vereda El Tablazo en el resguardo y municipio de Toribío



La visita a este lugar, desde la llegada, fue una experiencia que movió las fibras más profundas. Fuimos recibidos por un hombre Joven de gran presencia y amabilidad quien en sus primeras palabras nos invitó a brindar con chicha, por los espíritus que han partido de su lado y nos hizo referencia a la presencia en ese momento del espíritu de su hermano, Salatiel, asesinado por defender los principios de la sabiduría Nasa.

Las palabras del mayor, padre de Manuel, nos terminó de conmover. Su rostro expresa el dolor por la pérdida de su hijo, pero al mismo tiempo, la convicción de que el camino trazado por su hijo, era necesario continuarlo. Intentaron dejarlo todo y desplazarse, pero su hijo Manuel, los motivó a no hacerlo y fue el quien tomó la dirección de este camino.

Apoyado por la familia y un grupo de vecinos que habían iniciado es te camino de la mano de Salatiel, continuaron la obra y es esto lo que no invitaron a conocer.

Para Aura Melissa, dicho por ella en nuestra evaluación, esta visita le hizo reflexionar sobre muchas cosas de su interior y obtuvo respuestas a lo que venía pensando en lo referente a educación propia. Jorge Hernán el único “mestizo” participante de este proceso,  expresó también la sensación ritual y espiritual desde el comienzo.

El Mayor Luis Omar, en este proceso de evaluación, como sabio de la comunidad Nasa, nos mostró en palabras todos los principios que este tul guarda de los ancestros, lo que lo presenta como la mejor muestra de la conservación de la cosmovisión del Pueblo Nasa y lo convierte en un ejemplo a seguir para todos aquellos que quieran iniciar este camino de conservación como un principio fundamental del plan vida.

Resaltamos en esta evaluación el proceso espiritual vivido en el recorrido, iniciando con la invitación de recibimiento en la Tulpa y posteriormente a conocer el recién nacimiento de una niña, para lo cual disponían de su pequeña casa donde la madre atendía  todo el proceso de la dieta.  En todo momento Manuel y su hermano, nos explicaron todas las partes importantes de este tul: el respeto por las plantas y como permiten la natural convivencia entre ellas, la conservación del agua y un aspecto muy importante la casa de los espíritus, lugar donde se comienza a recuperar un nacimiento de agua.

Sorprendidos en fin, con todos los pormenores que alberga este lugar, en la evaluación final, decidimos otorgar este reconocimiento, teniendo también en cuenta que es un homenaje a ese hombre joven, muerto por la defensa de nuestros principios ancestrales, pero vivo, presente espiritualmente en este camino trazado por su sabiduría.




  • Invento reluciente “la huerta medicinal” Oliva Yatacué. Vereda La Palma del resguardo y municipio de Toribío




















En la experiencia vivida con la Mayora Oliva, sentimos la presencia de los ancestros en todo lo que ella representa: como mujer, madre y sabia. Su diálogo permanente con las plantas  es conmovedor y aleccionador. Humilde su tul, como humilde su presencia, llena de sabiduría natural como las mismas plantas que cultiva  con  destreza.

La conversación con la mayora en el recorrido por la huerta fue en  Nasa yuwe, y esto lo había inscrito ella como conservación del idioma, pero para esta evaluación y elección no se tuvo en cuenta  por cuanto solamente ella y su esposo lo hablan, no así los hijos. Esto hace que el Nasa yuwe se tienda a perder en la familia.

A pesar que ella desconoce el uso de algunas plantas cultivadas en su huerta y también el nombre de ellas en Nasa yuwe, las provee a los que la requieren en la comunidad inclusive a los  kiwe thë’.

Se le otorga este reconocimiento dentro de los cinco más relucientes por su dedicación en la conservación de especies naturales sobre todo en lo que tiene que ver con la salud y del medio ambiente.


  • Inventos relucientes “hiladora manual y pistola de consciencia” de Delio Quitumbo Yatacué. Vereda La Palma del resguardo y municipio de Toribío












Hiladora manual

Fuimos gratamente sorprendidos en la visita a este inventor del resguardo Toribío. En primer lugar por su juventud y en segundo lugar por su gran sabiduría. Hombre de largo camino, de experiencia y dotado de una inteligencia viva, de buena malicia. El primer invento mostrado al trio de los Putx thë´gsa, la hiladora manual, es sorprendente por su sencillez y gran eficacia, acorde con los principios del Wët Wët fxi´zenxi, que posibilita una invaluable ayuda en las labores de tejido en la familia.

La elaboración artesanal, permite una inversión muy baja, lo que hace fácil su réplica en toda la comunidad, con posibilidades de ser exportada a otras comunidades del territorio colombiano. Según sus propias palabras, está dispuesto a enseñar a elaborarlas en  las escuelas y colegios. 

Pistola para concientizar

Más que un invento, es toda una filosofía de vida, un llamado de atención a todos nosotros para prevenir el deterioro y extinción de las especies animales; y a los que practican la cacería, una lección y un llamado a la reflexión y reparación de los daños causados. Si decimos esto, es porque  lo motivó justamente eso, la reflexión y la reparación a un daño causado por el mismo. Dicho en sus propias palabras, hay que entender que los animales  también comparten nuestra vida, se comunican con nosotros,  también tienen familia y no podemos atentar contra ellos.

Su elaboración es un poco compleja, lo que no permite replicarla con facilidad en toda y debe mejorarse el diseño para hacerlo funcional. Pero un instrumento de tanto impacto emocional y espiritual, no puede descalificarse; solo que se debe pensar en una forma de apoyarlo  para mejorar su funcionalidad e idear una producción a baja escala  y promoverla dentro de entidades privadas u oficiales y educativas que trabajen en los temas de conservación de la fauna, o también venderles la producción de estos instrumentos para que sean distribuidos en las comunidades que practican su deterioro.
Se elige estos dos inventos en unión a los de su familia, por cuanto conviven en el mismo lugar y el reconocimiento puede ser invertido para lo que viene realizando. 



Tres: inventos relucientes “generador eléctrico, licuadora manual y trapiche” de Mario Güetoto Tombé. Resguardo de Las Delicias, municipio de Buenos Aires

La educación propia, uno de los mayores empeños de la comunidad nasa, va reuniendo claros exponentes de esta “iniciativa”, que va dejando de serlo para convertirse una realidad vivida desde hace mucho tiempo. Con este son ya dos casos de niños inventores. Este, Mario, desde muy niño, comenzó su experimentación con pedazos de juguete y pilas logrando “descubrir” que esto producía energía y ahora ya adulto, después de 14 años de uso,  puede exhibir su invento produciendo energía a partir de un dinamo viejo adaptado a una sencilla estructura en madera y dos ruedas recicladas de bicicleta. En un principio, puede encender cuatro bombillas led  y un aparato de radio, ayudado por un colector de energía.

En el proceso de evaluación de este invento, se habló de la similitud de este con la rueda Pelton, de origen inglés,  y es verdad, solo que no se puede hablar de una copia pues él no sabe leer ni escribir ni tiene acceso a ningún medio que pudiera informarle. De sus propias palabras, solo asistió al primer grado y aprendió a firmarse. Podría pensarse, para este invento, una dependencia de la economía de Occidente (capitalista) por el uso de materiales como dinamos y ruedas de bicicleta, pero lo importante es que es posible reciclar lo que las ciudades botan para uso racional y respetando la relación con la madre tierra.

Este es solo el primer caso, los otros dos: La licuadora, movida por un engranaje hecho en madera y el trapiche elaborado totalmente en el mismo material, completan este grupo de inventos. El trapiche, que entró en la evaluación de tecnologías, estuvo al lado del trapiche elaborado por Apolinar Julicué del resguardo de San Francisco, otro sorprendente invento. Lo que llevó a calificar a Mario fue el hecho, en primer lugar de haber sido elaborado en madera, incluido el sistema de engranaje, en segundo lugar porque sus rodillos fueron totalmente forrados en alambre dulce y tercero porque exprime la caña en un solo paso, contra tres que emplea el de Apolinar.

En síntesis, se otorga este reconocimiento dentro de los 5 primeros por su eficacia, el aporte al buen vivir y ante todo por ser un ejemplo en la educación propia.


Cuatro: Invento reluciente “el acueducto casero” de Silvio Campo Mulcué. Vereda Loma Larga, municipio de Jambaló




La espiritualidad, uno de los componentes importantes dentro de la cosmovisión Nasa, está presente en todo este trabajo realizado por Silvio. Respeto por lo ancestral y el cuidado de uno de los recursos en peligro, el agua,  hace de este trabajo un ejemplo a seguir, ante todo ahora cuando se habla de la privatización de este recurso.

La guía del Kiwe Thë´ contribuyo totalmente a la recuperación de del nacimiento del agua, casa de los espíritus, para la armonía del lugar, esto complementado por la siembra de plantas medicinales y otras especies que contribuyen a revivir y mantener la conservación del suelo.  Este acueducto casero nace de la necesidad de proveerse de agua limpia, pues en el sector se proveen de agua de baja calidad proveniente de un sector alejado. Aparte de esto, es un invento que puede favorecer no únicamente a su familia, sino que se puede integrar a un número pequeño de habitantes y al riego de su tul.

Se eligió dentro de los 5 más relucientes, además de lo expuesto, por la inmensa posibilidad que existe de replicarlo en cualquier lugar del territorio, así tenga una baja producción de agua. 



Cinco: este reconocimiento se otorga compartido entre José César Cuarán y Felipe Júlicue Mestizo

  • Invento reluciente “cuyes trabajadores y conservación de especies menores”. Vereda Bodega Alta, resguardo de Huellas, municipio de Caloto
















El nombre con el cual el mismo inventor lo definió: “cuyes trabajadores”, lo puede ubicar como herramienta natural en la producción de los alimentos, conservación de especies menores, junto con las gallinas criollas y los peces, así como una forma ingeniosa de aportar cuidados a la Madre tierra, toda vez que la labor de esta especie, es natural y armónica en convivencia con la madre tierra, convirtiéndose al mismo tiempo en una forma económica de alimentación de esta especie.

En cuanto a los criterios de selección se ajusta totalmente a lo requerido por la organización haciendo énfasis en lo que se refiere a los principios del wët wët fxi´zenxi.

El buen vivir se ve reflejado en el ciclo de la alimentación descrito así:
. En primer lugar, se presenta la cría y recuperación de una especie menor que contribuye al mejoramiento de la base alimenticia de la familia con proyección a la comunidad.
. Segundo, sus excrementos aportan nutrientes tanto para el suelo, como para la alimentación de otra especie como son los peces, los cuales se encuentran en proceso de cría en su Tul.
. Tercero, tiene posibilidades de producir excedentes y de esta manera lograr una base de la economía familiar por la venta de ejemplares como semilla y alimento.
. Cuarto, requiere de una mínima inversión inicial lo que permite alejarse de los criterios del capitalismo,  crear una base de economía propia y facilita la réplica en la comunidad.
También se evalúa como un lugar de aprovisionamiento de alimentación limpia, de intercambio y un escenario propicio para la educación propia, donde pueden participar niños jóvenes y adultos.

Por lo expuesto se selecciona dentro de los cinco más relucientes en compañía de Felipe Julicué Mestizo. Lo que nos motivó a compartir este cuarto reconocimiento, es el hecho que Felipe también fue otro de los niños inventores y que después de muchos años, aparece dentro de esta campaña como inventor adulto. Es lo exponemos a continuación.


  • Invento reluciente “las velas de higuerilla” de Felipe Júlicue Mestizo. Vereda El Flayó, resguardo de San Francisco, municipio de Toribío










Otro niño inventor, otro mayor, que desde sus comienzos, al  lado de su abuela descubrió por “accidente” la manera de solucionar una necesidad: la Luz. Juagando con higuerilla, se desprendió una semilla y calló al fuego viendo cómo se encendía.  A partir de allí comenzó su experimentación hasta lograr elaborar velas compuesta inicialmente de semillas de higuerilla, engarzadas en una astilla de madera. Esta misma experiencia la utilizó para encender el fuego en la tulpa de la abuela en aquel tiempo.

Su experimentación continuó hasta lograr una vela con las semillas de higuerilla molidas en piedra agregándole algodón para obtener consistencia. Este pequeño resumen nos hizo reflexionar en la evaluación: cuantos niños y niñas de nuestros días, tienen la misma capacidad de invención que estos mayores, pero que ahora,  se ha perdido en las aulas y contaminada de los medios audiovisuales modernos como la televisión y el Internet.

Esto, como lo hemos dicho anteriormente, nos lleva a fortalecer la intención de iniciar en firme el camino de la educación propia, partiendo de esa capacidad de invención y de observación. Este pequeño invento, no solo ha solucionado la provisión de luz, también ha favorecido la economía de la familia toda vez que su costo es muy reducido comparado con las velas de parafina. Este hecho se traduce también en cuidado de la madre tierra, pues no contamina ni para su proceso debe destruirse grandes extensiones de recursos,  como sucede con la parafina, pues recordemos que es un derivado del petróleo, contaminante por demás.

Su bajo costo de producción y la facilidad para procesarlas, lo hace apto para ser replicado en la comunidad pudiéndose formar persona de cualquier edad en la elaboración de estas.

Se decide compartir este reconocimiento con Cesar Cuarán, pues son dos ejemplos sencillos,  acordes con la protección con la Madre Tierra que no requieren de grandes inversiones iniciales, sobre todo esta segunda. 




Menciones especiales

Uno: Mención de honor para el invento “el atrapafruta” de César Medina. Vereda Pitalito, resguardo y municipio de Jambaló 












Este “pequeño invento”, sobrevivió a todas selecciones y preselecciones, inclusive a los primeros filtros de la evaluación del trio de Putx thë´gsa. En el último paso se decidió dejarlo para una mención especial  y  muy recomendado para ser difundido ampliamente y buscar replicarlo en los diferentes espacios de actividades de la comunidad.

De igual manera, en esta evaluación, se resalta la permanencia de este modesto material, el carrizo, en la historia ancestral, toda vez que desde tiempos atrás, ha contribuido al buen vivir, bien como soplador del fuego, bien como material para construir o como instrumento musical  y ahora como un instrumento de apoyo en la labranza.
Esto hace, al “atrapa frutas de carrizo” merecedor de un “título de nobleza nasa”,  y que sea  nombrado siempre en Nasa Yuwe: kuvx nxun ündesa- y sea escrita una canción en su honor.

De igual manera, como material noble e instrumento muy útil, replicarlo para ser exhibido en las diferentes instituciones del Pueblo Nasa con una reseña histórica. Como reconocimiento a su inventor, recomendamos un aporte en especial para que él pueda conservarlo en su territorio y apoyarlo en la creación de un vivero para su multiplicación en los diferentes lugares del territorio, ante todo donde se estén llevando a cabo actividades de  recuperación de aguas, construcción  y para la elaboración de los instrumentos musicales.

Dos: mención de honor para el invento “producción de alimentos saludables” de Leidy Viviana Yule Vitonás. Vereda El Tablazo, resguardo y municipio de Toribío.















Esta, segunda mención se otorga como mérito especial en la conservación de semillas ancestrales, como el zapallo, la papa cidra, el  peethë (mejicano), el chachafruto, la batata, el maíz, (capio y temprano) y su transformación en alimentos sanos. 


En las entrevistas con Leidy, siempre manifestó la intención de promover estos productos a niveles más amplios, pues hasta ahora los promueve a mediana escala y con esfuerzo propio en mercados locales y aprovechando los eventos de la comunidad.

Se concede también esta segunda mención especial, como un reconocimiento a la familia, en cabeza de Leidy,  por su permanencia en los cultivos ancestrales, el auto sostenimiento y la generación de ingresos a partir de la venta de productos sanos sin recurrir a los cultivos ilícitos.

Pero no pretendemos que este reconocimiento se quede únicamente en palabras, esta familia requiere del apoyo de instituciones gubernamentales como la Alcaldía y el cabildo para buscar la vinculación a programas de apoyo internacionales de un lado, y a programas locales de capacitación en seguridad alimentaria y promoción de productos sanos,  vinculando a Leydi Viviana como docente.


Tres: mención de honor para el invento “el bosque mágico” de José Diego Serna. Vereda San Pedro del municipio de Santander de Quilichao
















Este lugar, más que para ser visitado hay que vivirlo. No es solo el hecho de ver guaduas retorcidas con procedimientos naturales realizados por Diego. Es más que eso, es una experiencia de vida, donde Diego mezcla la conservación de la tierra  y de especies vegetales como la guadua y los árboles de toda clase, con la historia y el arte.

Cada árbol y cada mata de Guadua, tiene un nombre,  ese nombre  tiene un espíritu y en la cosmovisión Nasa, esto tiene mucho significado, toda que ese espíritu aún sigue viviendo en otro espacio  después de su partida, haya sido bueno o malo. Diego lo que hace, así aun no  lo entienda a profundidad, es hacer convivir esos espíritus en un mismo lugar, como familia.

Se le da esta mención especial como un estímulo para que el continúe el camino de la espiritualidad Nasa y fomentando en su familia y los visitantes la relación armónica con la Madre Tierra.  

Para lograr esto, es necesario que se le acompañe desde las organizaciones de la comunidad nasa, en el entendimiento y  mejor manejo de su relación y sus objetivos. Trabajos como es necesario que se difunda ampliamente, para lo cual la recomendación  directa es que se elabore un video argumentado desde la cosmovisión nasa.

Trío de Putx thegsa
Aura Melisa Tenorio
Jorge Hernán Prieto
José Omar Collazos

miércoles, 23 de abril de 2014

La vida es la gran maestra

Al cierre del recorrido y de las visitas va esta gran sorpresa: un ingeniero nasa que no fue a la escuela; pero eso no le hizo falta para que su mente funcione como una sucesión de engranajes, piñones, poleas, manivelas. Un saludo a Arquímedes de Siracusa, acá está tu colega y se llama Mario de Las Delicias. Las Delicias, tierra donde afros y nasas conviven como hermanitos; tierra pretendida por las mineras para convertirla en basurero global. Mario: inventémonos con qué ahuyentarlas. 

La vida es la gran maestra




Fue un día miércoles que tuvimos la oportunidad de conocer un maestro en todo el sentido de la palabra porque es un personaje único que se ha mantenido oculto y es hora de que brille con luz propia por todo su conocimiento y humildad. Es un nasa que habla muy poco el español, que solo estudió primero de primaria, que es agricultor en su propia tierra y también es un inventor nato; no se alcanza a tener palabras para narrar lo que se siente y transmite al estar al lado de este inventor. Sin más preámbulos se llama Mario GüetotoTombé, del resguardo Las Delicias del municipio de Buenos Aires, Cauca.

“Los inventos son muy fáciles, solo es observar y ya.”  Mario Güetoto Tombe.



Mario mostrando su licuadora manual.


















Cuando llegamos a su humilde y acogedora vivienda, nos recibe su esposa y sus dos hijas. Ella está de dieta por el nacimiento de su segunda hija, y el inventor Mario no se encuentra en su hogar porque está trabajando como agricultor en Cerro Azul. El equipo toma la decisión de que una comisión vaya a buscarlo. Valió la pena la espera, porque aquí comienza la historia de Mario Güetoto. Al llegar se presenta y el equipo de la Campaña hace lo mismo. La dificultad que se encontró fue la timidez al ver varias personas en su hogar, además con cámaras y aún más porque casi no habla español, es ahí cuando el mayor Luis Omar y Aura le dicen a Mario que hable en nasa yuwe, que ellos le traducen a los demás. Esto lo tranquiliza y permite que  tome confianza y sea más abierto en la conversa. Al iniciar el recorrido todo lo explica en nasa yuwe.



Vista lateral del generador de energía.













Lo primero que encontramos es el generador de energía, el cual está construido con  dos rines de bicicleta, el inducido de un motor de licuadora, una banda, cables y una manguera. Su funcionamiento es así: de la manguera sale un chorro de agua que golpea un rin que al rededor tiene como aspas unas latas de macarela y dos piedras para que gire y así obtener velocidad; este se conecta con el otro rin con un eje metálico. El agua que 'sobra' oxigena el lago en el que tiene un cultivo de peces (tilapia); la fuerza es transmitida a un pequeño dínamo y ahí se genera la energía que pasa por cables para así llegar a la casa. La energía es para encender cuatro bombillos de 12 vatios a los cuales está adaptando con una bombilla de linterna; además utiliza unas pequeñas luces led para alumbrar afuera de la casa; estas luces tienen papel aluminio para que la luz sea más resplandeciente. El generador también sirve para cargar sus celulares por tres horas y para poner a funcionar una radio-grabadora.



Luces para alumbra la parte externa de la casa.













El segundo invento es una licuadora que está hecha con un tronco del árbol de cascarillo. Tiene en la parte superior una adecuación para que el vaso normal de la licuadora encaje; en la parte interna tiene un piñón que se mueve desde afuera por una manivela. Es todo manual pero muy práctico porque no necesita energía eléctrica para funcionar, él dice que licuan toda clase de fruta cada vez que hay cosecha, así él prepara un delicioso jugo para sus hijos. Mario dice que este invento lo hizo muy rápido para inscribirlo en la Campaña, que lo hizo en tres días y solo por ratos, porque mantiene trabajando y casi no le queda tiempo. Si la licuadora la hizo en tan poquito tiempo no me alcanzo a imaginar lo que pasaría si se dedicara todo un día o más tiempo a crear cosas.


La licuadora funciona con manivela.

Sirve para licuar todas las frutas que se cosechan en la región.


















El tercer invento es un trapiche que está hecho todo de madera y que lo único diferente que usa es el alambre dulce, usado para cubrir los rodillos y darle presión a la caña para exprimirla en un solo paso: solo es meter la caña en medio de los dos tambores y girar, y así se obtiene su jugo, también es muy práctico. Mario dice que ya ha vendido dos o tres trapiches. Al preguntar por su precio nos damos cuenta que prácticamente los ha regalado así como nos ha regalado esta experiencia que nos compartió dejándonos una enseñanza inolvidable, incalculable. La vida es la gran maestra.




Trapiche completamente en madera. Lo único metálico es el recubrimiento de los rodillos y el techo.


La prueba de fuego. Funciona, de una sola pasada saca todo el jugo.

Es tan suave que Melisa y su hijo lo mueven riéndose.

martes, 22 de abril de 2014

Cuidandero de Mama Kiwe

Cuidandero de Mama Kiwe


















Dicen que la Amazonía es una selva cultivada: exacto, por los indios amazónicos. Como quien dice, la humanidad no es la chanda que se sospecha sino que puede ser la cuidandera de Mama Kiwe. Dicen que los cazadores artesanales del Yukón ayudan a mantener el equilibrio al cazar los animales más débiles (los más desprevenidos). O sea que los seres humanos pueden ser parte íntima del equilibrio natural. Dicen que los kogui, el pueblo de Sierra Nevada de Santa Marta, es el guardián del equilibrio del Cosmos. Lo mismo se dice del pueblo tule de Antioquia, Chochó, Panamá. Mejor dicho, el ser humano puede hacer parte íntima del ‘orden Cósmico’.

“Ah, pero esas son historias pasadas, de eso ya no se ve”, dirán los escépticos o analistas, que llaman. ¿Que no? Gente así es lo que hay. Lo que pasa es que no los vemos o no los queremos ver. Ahora verán.

Diego Serna es, como dice él mismo, un chirrincho (aguardiente artesanal) en una botella de wiski. Nació como mestizo, una mezcla a estas alturas indefinida entre indio y blanco, entre blanco e india. A quién le interesa. De un momento a otro –un decir– el alma de la Madre Tierra que todos llevamos en la nuestra le habló y empezó a tejerlo a su imagen y semejanza: se volvió nasa, se hizo indio, lo que equivale a decir que conectó con el corazón de Mama Kiwe. Lo demás son cascaritas. Para decirlo con más precisión: pedir más son pendejadas.



Forma de curvar las guaduas.














Como buen nasa es travieso. Siendo joven encontró una rama de café con una extraña curvatura. “Si lo hace la naturaleza puedo hacerlo yo”, se dijo. Empezó torciendo los árboles de café del abuelo, que rabiaba detrás del nieto para “corregirlo”. Se fue al eje cafetero a ganarse la vida. Allá, el día de descanso, se iba al cafetal a torcer matas. “Para qué hacés eso”, le preguntaban los amigos. “Me gusta”, respondía evasivo. Con el tiempo empezó a torcer guaduas y fue así como se convirtió en el Gran Torcedor. Su parcela está adornada por esculturas naturales hechas en guadua viva, moldeadas al antojo mutuo entre la mata y él en las formas que a los dos se les da la gana. “Nos queremos tanto que no nos hacemos daño”, dice Diego mientras acaricia una hoja protectora llena de pelusa.


















Pero su parcela no se llama las guaduas torcidas sino El bosque mágico. Además de las esculturas está cultivando un bosque. Cuando cumplió 18 años se propuso sembrar un árbol cada año. Después aprendió que su bosque podía ser el hogar del espíritu de personas que han fallecido o de hechos acontecidos. “Este árbol es Celia Cruz”, dice al pasar por el sendero. “Esta mata de guadua es el padre Álvaro Ulcué y así como crecen las matas crecen sus ideas”. Rafael Orozco, cantante de vallenatos, Juan Pablo Segundo, la masacre del Nilo (20 indígenas nasa fueron asesinados por la policía el 16 de diciembre de 1991)... Así hay una sucesión de personajes y hechos que conviven con vida propia, así los trata él, como seres que perviven a través de los árboles. Y los saluda al pasar.



El bosque va en crecimiento.














El bosque fue antiguamente un cafetal, así se rebuscaba el sustento de la familia. Con el tiempo comprendió que había hecho mucho daño ecológico y decidió acabar con el cafetal. Aprendió a rebuscarse de otra manera y dejó enmontar la finca. El monte sigue creciendo. Al tiempo siembra árboles al ritmo de los personajes fallecidos o de los acontecimientos y ha permitido que otras personas planten un árbol en recuerdo o representación de un ser querido (o aunque no sea querido). Gracias al monte en la parte baja de la finca resurgió un hilo de agua que pega loma abajo, haciendo el bien sin mirar a quien.



Por aquí es que corre el arroyo.














“La gente me dice que esta es una finca improductiva, pero yo digo que no: produce aire para todos, agua para todos”. Y sobre todo aquí convive mucha gente que mientras caminaba por la tierra ni se conocía. Ahora que pueden moverse a la velocidad del viento –o de la luz– hacen amistad y obran vida en un pequeño terruño de Mama Kiwe.



Diego muestra mística en todo lo que hace.










¿Ven? Diego es como un cultivador de la Amazonía, como un sostenedor del equilibrio cósmico: un tule, un nasa, un amazónico (y sería un cazador pero esto no es el Yukón). El ser humano no es la chanda que se supone que somos. Si Saramago conociera estos seres humanos otros, tendría que repensar Caín, ese libro maravilloso en que encara al Dios del Antiguo Testamento y en el que Caín se vuelve un héroe que se parrandea el proyecto humanista de Dios (en la dispendiosa arca de Noé solo se salvaron los animales; por los demás pregúntenle a Caín). La chanda es el capitalismo, no el ser humano, compañero. Y por supuesto, con el capitalismo lo religioso que lo fundamenta.

Como Diego, hay que ponerse en camino para des-chandarse. Y sino que vuelva Caín (de Saramago).



Artesanías para la amistad y el rebusque.

Esto no es vida, es un vidononón.

Al final del recorrido el equipo sembró una mata de guadua.