sábado, 19 de abril de 2014

El atrapafrutas, una tecnología de punta

El atrapafrutas, una tecnología de punta


En la vereda Pitalito, a orillas del río Jambaló, se encuentra la casa del mayor César Medina, preseleccionado dentro de los diecisiete inventos de la Campaña de inventos para el wët wët fxizenxi. Al arribar a su dulce morada (que era café por ser construida con barro), César nos da la bienvenida al equipo de la Campaña. Se encuentra sorprendido ya que nos presentamos un día antes de la fecha acordada, pero eso no importó, nos acogió en su casa. Nos contó que se encontraba trabajando en el arreglo del camino con los demás vecinos y fue así como lo encontramos en el trabajo comunitario, costumbre del pueblo nasa. Arcadio, “el pequeño Solín”, hizo una breve presentación del equipo y le dio a conocer el motivo de la visita.


Casa de César. El barro y el carrizo conviven en sus paredes.


Las vegas del río Jambaló son generosas en carrizo. El uso de este material se ha descontinuado pero bien vale la pena recuperarlo. 










Luego, el mayor procedió a hacer una detallada presentación del invento “el atrapafrutas”. Nos comentó que su invento fue el mejoramiento de un carrizo con una pequeña horqueta que lo utilizaban para tumbar las naranjas, aguacates u otras frutas que por su elevada altura era casi imposible recolectar. El carrizo es el protagonista de esta historia ya que por su trascendencia los mayores lo utilizabancomo material importante para la construcción de casas, para cercas de la finca o para la cestería. El atrapafrutas fue mejorado a través de una necesidad: conservar la fruta con la mejor calidad para sacarla a la venta, ya que es una fuente de ingreso para la familia. César nos comentó que, anteriormente, para recolectar las naranjas golpeaban las ramas y los frutos caían al suelo sufriendo golpes y algunos perdiéndose por aberturas lo que le generaba pérdidas porque no tenían buena durabilidad ni buena presentación a la hora de venderlas.


Anteriormente la fruta era golpeada y caía al suelo sufriendo magulladuras y rajaduras.











Entonces se las ingenió para mejorar su carrizo. Como todos quizás no saben, el carrizo es una madera muy fina de forma cilíndrica, similar a la guadua, con entrenudos pero mucho másdelgada, con más o menos dos a cinco centímetros de diámetro. Auna vara de carrizo, en una de sus puntas, le hizo una abertura en forma de “V”, como una horqueta, de más o menos cuatrocentímetros de larga; luego,donde termina la V,rajó el carrizo a lo largo por ambos lados, unos veinte centímetros. A una de las rajadurasle sacó mucho filo con una navaja (cosa fácil en el carrizo cuyas astillas, por décadas, fueron usadas como cuchilla de cortar el cordón umbilical de los recién nacidos); a la otra rajadura la dejó sin filo. Donde terminan las rajaduras le hizo un anillo de cabuya (envolvió y envolvió cabuya para evitar que el carrizo se siguiera rajando). Para no equivocarsede lado, marcó el lado afilado muy visiblemente para poderlo utilizar adecuadamente. El atrapafrutas, simple y sencillo, consiste en un cortador (la rajadura afilada) y un apretador (la rajadura sin filo): el operario de esta tecnología de punta (obsérvese bien la punta) ensarta la ramita que sostiene la fruta con la horqueta, hace presión, la ramita entra a lo largo de la rajadura; al girar el carrizo el lado filudo corta la ramita y el lado sin filo la atrapa evitando que caiga al suelo. El cosechador desliza el carrizo hacia sí y lleva la fruta a sus manos. La mochila se llena en un abrir y cerrar de ojos.



Este es el invento de César: el atrapafrutas. Obsérvese bien la punta de esta tecnología. No daña, no contamina, rinde...

Pero eso no es todo, para poder utilizar el carrizo de esta forma viene un proceso de más atrás. César nos comenta que el carrizo es cortado en luna menguantepara que sea fino y no se gorgojee. También le hace un proceso de secado al humo para afinarlo mucho más y así sacarle el filo necesario al material. Los Putx thgsa (jurados o admiradores de inventos) pidieron una demostración así que partimos al lugar de los frutales: ellos mismos comprobaron su efectividad en el trabajo, la delicadeza con la que se recolecta el fruto y la facilidad dela labor; solo es cuestión de práctica, que hasta un niño puede hacerlo sin ningún peligro de lastimarse.



La pared de la casa es de barro. Las puntas que se observan son de carrizo, que sirve para dar firmeza al barro. 










De esta forma, César ha venido enseñando su trabajo a las futuras generaciones para no perder las costumbres propias del pueblo nasa con un invento a base de carrizo, que además de ser un material propio y muy ecológico lo puede cambiar cada año y tener varios a la vez. Como buen nasa, después del trabajo, César nos brinda un poco de sancocho y de ahí sí “indio comido, indio ido”. 



Como siempre, el equipo se alimenta de lo lindo.










Ni Omar, ni Aura, ni Jorge se quedaron con las ganas de tocarle el carrizo a César.

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