lunes, 21 de abril de 2014

La puerca nasa

Esta vez una puerca es la protagonista. Una puerca nasa. Su cuidandero es un joven nasa de una tierra que antes de ser recuperada era una hacienda de terrateniente que iba de Loma Gruesa a Barondillo (medio mundo). Ahora la puerca vive en tierra libre pero siempre en riesgo de volver al servicio terratenientes globalizados.

La puerca nasa




En la vereda Vitoyó,territorio de Jámbalo, encontramos el invento de Giovany Arcadio Zapata, el cual nos sorprendió porque este nasa guarda las costumbres arraigadas a lo propio. Por esta razón  conserva una especie de marrana criolla, nativa de la zona Norte del Cauca. En el recorrido de la Campaña de inventos se quiere lograr que las comunidades preserven y conserven cada especie, por muchos motivos como lo es la autonomía alimentaria, la sostenibilidad, el trueque y la educación propia. Con esta especie de marrana se dan todas estas razones, porque Giovany durante años ha cultivado y ha tratado que su comunidad entienda lo importante que es conservar las razas criollas, porque es algo que la madre tierra nos regala.


Una rascadita de barriga no viene nada mal en esta preñez tan verrionda.












Desde donde nos deja el carro se camina hacia un alto unos 15 minutos y ahí nos encontramos una sorpresa: una marrana que pesa más de 7 arrobas y mide más de un metro de largo. Es algo que llena de orgullo al inventor aunque la comunidad de su alrededor no valoren está raíz, porque eso es la raíz del nasa. Giovany, como buen nasa, lo primero que hace es acudir  a los conocimientos de los mayores para hacer el ritual de armonización al lugar donde tiene la marrana e incluso cuando está enferma. La marrana es alimentada con lo que hay en la misma finca, pero la única variación es que los alimentos son cocinados, esto evita que haga daños en su parcela o en la de algún vecino (por haberse acostumbrado a comer los alimentos cocinados).


 Un pequeño hogar con techo y pozo de barro. La comida, eso sí, cocinada y calientica.












En su finca tiene un lugar especial para  la marrana, también tiene una construcción hecha con los mismos materiales que le da la finca y además tiene un pozo para que ella misma se bañe. Él dice que esto permite que camine y tome el sol para que no se estrese y así tenga un desarrollo y crecimiento natural, aunque este lugar es muy pequeño para ella, dice Giovany. En este momento la marrana criolla, tiene una cría de tres meses que la acompaña porque va ser su remplazo, ya que la mama cumple su ciclo reproductivo al parir esta cochada (está preñada. En cada parto tiene entre 6 y 7 crías, y cuando toca se conserva una hembra para seguir el proceso).


 Buen registro ante las cámaras.














El "patrón del macho" (reproductor) es traído de otro resguardo y ahí es donde él hace trueque con lo que tiene en la huerta tul. Giovany afirma que cuando entrega una cría explica su cuidado, alimentación y conservación pero son pocas personas que siguen este proceso; dice que algunos nasa solo piensan en el dinero y en seguir trabajando para otras personas y lo critican por perder tiempo y plata (según ellos). Hoy el facilismo y el apego a lo que ya está hecho sin necesidad de pensar se ha tomado el mundo agrario: abonos, semillas, razas, técnicas. Esto empobrece a la gente y enriquece al empresario genético que sonríe malicioso cuando recibe los billetes morados por la venta de lo que se puede conseguir en el campo.La respuesta de Giovany es que él quiere que se den cuenta de lo valioso que es seguir conservando lo propio. Por eso pretende que su invento (el cuidado genético) se socialice con otras comunidades y así aprecien lo que es del nasa. Y escuchándolo bien son palabras sabias y son las que los mayores siempre  dicen para que sigamos el camino de la resistencia.


Con Aura Melisa se entendió bastante bien.

Giovany y su pequeña hija,  cudanderos de la marrana. 

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